Matuteando en Miami

Como dice la canción de Mecano, es una ocasión singular la de que el dólar esté devaluado. Hoy día guardar dólares es tan avispado como querer que EFE saque acciones para comprarlas.

La familia Pinochet está muy feliz con esta baja de la moneda estadounidense bajó los quinientos pesos, porque ahora le podrá decir a todo el país “¿vieron que no era tanta plata?”.

En Miami ya es están preparando para la invasión de chilenos. No va a quedar mall con mercadería en todo el estado de Florida. Hay algunos que están pensando viajar como equipaje y mandar a sus compras en sus asientos cuando vengan de vuelta.

Para qué les digo cómo vienen las listas de encargos de los que se van a quedar acá. Que la silla para la guagua, que el monitor del sueño, que la bici plegable, que la parrilla a gas con spiedo y bar, que los repuestos para el tractor, que el notebook, la cámara de video, el scooter, los vibradores, que los discos, que los libros.

Y ahí van a andar los chilenos, llenos de bolsas y hablándoles inglés a cubanos que hablan mejor español que ellos, quebrándose con lo barato que resulta Estados Unidos, con que el tipo que inventó Nut for Nuts es chileno, que Leonor Varela y Angélica Castro, que estuvo en Nip Tuck, que transcurre ahí mismito y donde las cirugías plásticas deben ser tan baratas. No como en Chile, que ahora está tan caro.

Esa va a ser la otra. Se espera una avalancha de gente que vuelva recauchada desde Miami. Ojo con entusiasmarse mucho, sí. No vaya a pasar que se metan tanto láser y bisturí que resulten irreconocibles en policía internacional y no los dejen entrar de vuelta.