Congreso ideológico

Alguna gente sigue preguntándose porqué la política entusiasma tan poco en Chile. Bueno, es cosa de ver que, si alguien milita en la democracia cristiana, lo más probable es que haya tenido que perder el fin de semana largo en un congreso súper fome con conclusiones que podrían haber redactado en la sobremesa de la directiva.

¿Alguien en su sano juicio le diría, por ejemplo, a una novia reciente, “de verdad me encantaría aceptar tu invitación y pasar nuestro primer fin de semana completamente solos en tu casa en la playa, pero tengo que ir al congreso ideológico de mi partido”?.

Menos mal que algo han avanzado los propios militantes y ya no salen en las declaraciones del fin de semana sin corbata y con el cuello de la camisa abotonado. Desde que Frei se metrosexualizó, ese fue un paso adelante. Probablemente, sea el legado de Martita para Chile.

Pero los partidos tienen que seguir renovándose. Ahora que se vienen nuevos casinos, podrían hacer sus congresos allá, como las convenciones de los gringos en Las Vegas, donde todo lo que pasa se queda ahí mismo.

Algunos se molestarán porque los partidos ocupen plata de nuestros impuestos en apuestas, copete y servicio de escorts, pero han ocupado ese billete en tanta tontera, que en realidad da lo mismo. De todas formas, va a ser más productivo que EFE. La efe.