Contactos

Varios rostros nacionales están consternados por la lista de teléfonos privados que apareció en un foro de internet, pero no por la violación a la intimidad, sino por no haber aparecido en ella.

Probablemente, la lista fue tomada de una agenda o un celular que se le perdió a un productor o productora. No hay mejor documento que esa suma de nombres y números para saber quién es quién. Uno podría saber quién es uno mismo tratando de averiguar quiénes tienen su número ingresado en sus contactos.

Cuando uno pierde el celular hoy día, no pierde sólo un aparato para hablar por teléfono, pierde todo su mundo, porque nadie se sabe de memoria los números de celular de sus contactos y nadie es tan, pero tan mateo, como para respaldar su lista de contactos en otra parte. Ese es el equivalente moderno a subrayar los cuadernos con rojo.

Uno puede entender que no le devuelvan un celular perdido, pero debería haber alguna parte donde vayan a parar las listas de contactos de los aparatos olvidados. Sería como un lost and found cibernético. Alguien debería inventar algo así pronto. El porducto interno bruto subiría al menos medio punto.

Las trabajadoras sexuales lo saben muy bien: En este mundo, lo que deja son los contactos.