Matrimonios presidenciales

Cristina Fernández de Kirchner, la señora K, y Hillary Clinton son las representantes de una nueva tendencia política, las primeras damas que se lanzan a la captura del mando presidencial. Néstro Kirchner dice que su mujer lo va a hacer mejor que él. Bill Clinton está pensando en supervisar personalmente el ingreso de estudiantes en práctica a la Casa Blanca.

Ha habido matrimonios de cantantes, actores, bailarines, escritores, pero de presidentes, ninguno muy conocido, salvo el caso de la mujer de Perón que no era Evita, pero como que su paso por la presidencia fue más que nada una transición a la dictadura, así que no cuenta tanto.

Y eso que dicen que el matrimonio está en crisis. Si ahora el hombre y la mujer pueden llegar a la presidencia, y con mayor razón si han estado casados, es de esperarse un buen aumento de actividad en las iglesias los registros civiles y en el gremio de los animadores y animadoras culturales de las despedidas de solteros y solteras.

Acá en Chile, el ejemplo puede inspirar a algunos. Fulvio Rossi y Carolina Tohá deberían echar al cachipún quién se lanza primero en la aventura presidencial. Lo mismo Allamand y Marcela Cubillos, aunque ahí ya está más o menos claro quién debería lanzarse primero, a menos que los fácticos, más cercanos a la familia de la novia, digan otra cosa.

Lo otro es que se viene una fiebre matrimonial en la política chilena. En el parlamento están organizando noches de solteras y solteros, citas flash e incluso están dispuestos a jugar a la botella para armar parejas.