Contigo en la distancia

Fujimori puede ser candidato en Japón. Y no lo dice Fujimori, lo dicen los japoneses. Así que Benni ya está pensando en lanzar su candidatura al parlamento italiano, Lola Melnick a la Duma rusa y Amaro Gómez Pablo a alguna alcaldía en España.

Parece que son las ventajas del mundo global. Sería bueno también que algunos chilenos ocuparan sus puestos desde fuera. Que nos gobiernen por internet o messenger, para no tener que verlos tanto, siempre reclamando, siempre de mal genio, siempre agarrándose por el vuelto del pan.

Ya existen la educación y el sexo a distancia. Con el gobierno a distancia estaríamos al otro lado. Se ocupa menos espacio, también. Por fin se podría demoler el Congreso, que no lo han cambiado a Santiago porque Santiago no necesita otro edificio feo más. La Moneda podría convertirse en salón de eventos o mall. La justicia a distancia terminaría con el colapso de algunos tribunales y todos los divorcios serían express.

Eso es en realidad lo que necesitamos. La gente ocuparía Transantiago sólo por placer. El cielo volvería a ser azul con menos ajetreo de motores en las calles. Podríamos trabajar en pijama o incluso en pelotas.

De hecho, ahora, desde mi casa, si afeitarme, con patatillas y mi bata favorita les digo una vez más bienvenidos a Concierto Enfoque.