Escapes y reuniones

Al final, el psicópata de Alguien Te Mira no era el general Iturriaga Neumann, el único prófugo que va quedando luego de que capturaran a Caroleyn Alarcón, a Zakarach y al coronel Rolf Wenderoth.

“Al menos sé que huyo por el Mamo”, estaría cantando Iturriaga Neumann inspirado en “Prófugos” Soda Stereo. Es que parece que ningún militar condenado quiere compartir cárcel con Contreras, porque hasta ellos les tienen miedo.

Y mientras unos huyen, otros vuelven al lugar del crimen, como los mismos Soda Stereo. Las Spice Girls también están de vuelta, con una anoréxica, otra con un hijo que Eddie Murphy no le quería reconocer y una con sobrepeso. Se carretearon un poco las niñas. Nuestra Cecilia, la cantante, no la stripper, está mejor.

Las reuniones de grupos son como esa juntas de curso diez o veinte años después, pero en público y ganando plata. Pero igual uno se fija en quién ha envejecido más o a quién le ha ido peor en la vida. Claro que tampoco es muy útil, porque esa gente no llega no más a la reunión.

Mi consejo es ocupar internet y rastrear a los compañeros de juventud, para saber cómo se comparan con uno. Y si uno queda medio mal con la comparación y decide partir igual, puede inventar que ahora está muy bien después de haberlo perdido todo en un incendio que le dejó graves secuelas físicas. O que apenas salió con vida luego de salvar de una manada de leones a cinco turistas en un safari o a un grupo de niños inocentes durante un bombardeo en Afganistán.

Es mentira, cierto. Pero se usa esto de mentir en las reuniones. Cuando los grupos de música vuelven, dicen que no lo hacen por el dinero.