Acciones de arte

Marco Evaristti, el chileno que cubrió de rojo el Mont Blanc, nos ha hecho llegar un lista con nuevos proyectos para que le ayudemos a obtener financiamiento.

Encabeza la nómina la idea de pintar de blanco la cordillera de los Andes, como una irónica protesta sobre la falta de lluvias y su efecto sobre la temporada de ski. Evaristi, que es artista pero no asopado, esta negociando con un detergente para cubrir nuestras cumbres con sábanas blancas lavadas después de ser usadas por vírgenes chilenas, a modo de comentario sobre la pérdida del status virginal presente en ideas como la patria y la misma cordillera.

Otra iniciativa de intervención psicomediática espacial consiste en poner a millones de chilenos de acuerdo para que el mismo día no lean ningún libro. Se podrá criticar que eso pasa todos los días, pero Evaristi plantea que el artista es el que ve, no el que critica.

En el área de las intervenciones sociales urbanas, existe el proyecto de construir réplicas a escala uno a uno de hitos de los ochenta como El Faro, el shopping Los Cobres, el Tevere, el Gato Viudo, la rockola y la disco Eve para llevarlas a zonas de la ciudad con alta concentración de pobreza. El concepto detrás de esto es que la justicia social tarda, pero llega.

Evaristi propone también una acción de arte administrativa en la cual él se haría cargo de la conducción de Chiledeportes sin desviar ningún recurso, pero también sin financiar ningún proyecto.

Y siguiendo la línea de las albóndigas que hizo con su propia grasa, trabaja en la puesta en marcha de una intervención semiótica – geopolítica- migratoria gástrica en la que todos los chilenos, peruanos y bolivianos nos turnaremos para cambiarnos entre los tres países todos los meses. El proyecto se llama “ronda limítrofe: cache, puis mi pata”.