Wi-Fi y la salud
Primero fueron los celulares y nos importó, porque usábamos celulares. Ahora es internet inalámbrica y debería preocuparnos, porque cada vez hay más lugares donde uno puede conectarse a la red sin usar cables.
Hasta ahora, no hay investigaciones científicas relevantes sobre el efecto que pueden causar en los humanos las ondas radiales que permiten que un computador u otro dispositivo como una palm o un celular se conecten inalámbricamente a internet. Pero, en Inglaterra, la Asociación Nacional de Profesores le escribió a su Yasna Provoste, el Ministro de Educación, Alan Johnson, pidiéndoles estudios al respecto.
Los educadores británicos también abogan porque se suspenda la habilitación de wi-fi en los colegios hasta que se tengan concluciones claras sobre eventuales riesgos para la salud de lo que ahora está comenzando a conocerse como “smog electrónico”. Uno de sus objetivos es saber si existe alguna relación entre la expansión del acceso inalámbrico a internet y el aumento de trastornos conductuales observados en las salas de clase inglesas.
Para los entendidos en el tema, aunque es válida la preocupación, en este caso debería haber menos alarma que con los celulares, porque las señales wi fi son de menor potencia y se desplazan por distancias mucho más cortas. Una persona sentada un año frente a un notebook con internet inalámbrica conectada recibe la misma radiación que alguien hablando 20 minutos por celular.
Pese a que hay cierto consenso en que el uso de los celulares no es riesgoso para la salud, los investigadores que abordaron las implicancias de las señales de la telefonía móvil en la salud humana han recomendado, como precaución, dosificar su uso con los niños, ya que su cerebro aún se encuentra en formación.
Y en cuanto al uso de conexiones wi-fi, parece que nadie se convertiría en una Tortuga Ninja Mutante ni tendremos a un Don Miguel de la internet inalámbrica por ello, pero cerciorarse no está de más.
Hasta ahora, no hay investigaciones científicas relevantes sobre el efecto que pueden causar en los humanos las ondas radiales que permiten que un computador u otro dispositivo como una palm o un celular se conecten inalámbricamente a internet. Pero, en Inglaterra, la Asociación Nacional de Profesores le escribió a su Yasna Provoste, el Ministro de Educación, Alan Johnson, pidiéndoles estudios al respecto.
Los educadores británicos también abogan porque se suspenda la habilitación de wi-fi en los colegios hasta que se tengan concluciones claras sobre eventuales riesgos para la salud de lo que ahora está comenzando a conocerse como “smog electrónico”. Uno de sus objetivos es saber si existe alguna relación entre la expansión del acceso inalámbrico a internet y el aumento de trastornos conductuales observados en las salas de clase inglesas.
Para los entendidos en el tema, aunque es válida la preocupación, en este caso debería haber menos alarma que con los celulares, porque las señales wi fi son de menor potencia y se desplazan por distancias mucho más cortas. Una persona sentada un año frente a un notebook con internet inalámbrica conectada recibe la misma radiación que alguien hablando 20 minutos por celular.
Pese a que hay cierto consenso en que el uso de los celulares no es riesgoso para la salud, los investigadores que abordaron las implicancias de las señales de la telefonía móvil en la salud humana han recomendado, como precaución, dosificar su uso con los niños, ya que su cerebro aún se encuentra en formación.
Y en cuanto al uso de conexiones wi-fi, parece que nadie se convertiría en una Tortuga Ninja Mutante ni tendremos a un Don Miguel de la internet inalámbrica por ello, pero cerciorarse no está de más.
1 Comments:
Yo duermo mejor cuando tengo mi celular apagado, digamos que es una especie de onda electromagnepsicológica la que me hace estar tranquila
En Chile hay mucha dependencia del aparatito este
con wi fi no se sabe aún...
Shidi !
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