Get a Second Life
El mundo se cae a pedazos, andar por las calles de Santiago sigue siendo un infierno, el hielo se estaría acabando el 2050 y no sólo el hielo para el combinado. Pero las caras de la gente no acusan la cercanía del apocalipsis.
Contario a lo que se podría esperar, vemos muchos más gestos de relajo y calma que lo esperable. El secreto debe estar en la sensación del momento en internet: Secpond Life.
Para los que vienen llegando de otyra galaxia y recién se integran a nuestra sintonía, Second Life es una comunidad de internte donde, como lo indica su nombre, uno se crea una nueva vida. Como un juego de rol, pero más abierto e interactivo.
En Second Life, el Transantiago es el mejor sistema de transporte público del mundo. Las micros van sin gente de pie, con asiento reclinable y barra abierta. En Second Life, Michelle Bachelet tiene el gabinete que realmente quiere. Ahí puede hacer realmente su gobierno ciudadano y todos entieneden lo que eso significa.
Los ex ministros son ministros y las ex modelos siguen siendo modelos en Second Life. El nieto de Pinochet tiene pega, Paul Morrison trabaja de 9 a 5 y el menor de edad SMB puede entrar a las casa que quiera sin pedir permiso.
En Second Life, los autos se mueven telepáticamente y no consumen recursos no renovables. Los cisnes producen papel en sus desechos y Ollanta Humala sale a carretear con el Huaso Peregrino.
En Second Life, todos hacen lo que quieren y no pueden. Tal vez por eso resulta tan aburrido.
Contario a lo que se podría esperar, vemos muchos más gestos de relajo y calma que lo esperable. El secreto debe estar en la sensación del momento en internet: Secpond Life.
Para los que vienen llegando de otyra galaxia y recién se integran a nuestra sintonía, Second Life es una comunidad de internte donde, como lo indica su nombre, uno se crea una nueva vida. Como un juego de rol, pero más abierto e interactivo.
En Second Life, el Transantiago es el mejor sistema de transporte público del mundo. Las micros van sin gente de pie, con asiento reclinable y barra abierta. En Second Life, Michelle Bachelet tiene el gabinete que realmente quiere. Ahí puede hacer realmente su gobierno ciudadano y todos entieneden lo que eso significa.
Los ex ministros son ministros y las ex modelos siguen siendo modelos en Second Life. El nieto de Pinochet tiene pega, Paul Morrison trabaja de 9 a 5 y el menor de edad SMB puede entrar a las casa que quiera sin pedir permiso.
En Second Life, los autos se mueven telepáticamente y no consumen recursos no renovables. Los cisnes producen papel en sus desechos y Ollanta Humala sale a carretear con el Huaso Peregrino.
En Second Life, todos hacen lo que quieren y no pueden. Tal vez por eso resulta tan aburrido.
posted by Sergio Fortuño at 2:46 PM
1 Comments:
Parece que el second life como plataforma para establecer roles virtuales es algo nuevo. No. Toda la vida estamos inventando ser lo que pretendemos, lo mejor es que da resultado.
Un ejemplo. No hay mejor forma para encontrar un empleo, que haciendo sentir a tu ambiente que en realidad tienes una ocupación.
Así que buen hombre, camine de prisa, actúe una conversación importante por celular aunque lo dejó de pagar hace meses, y si ya le quietaron el equipo, bueno, un teléfono de palo es útil. Por ahora salga de su casa todas las mañanas con su traje perfectamente limpio, y camine hasta que sea hora de volver.
Otros como yo, disfrutamos de esta primera virtualidad.
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