Objeción de conciencia

El ministerio de salud dio con una fórmula para que las farmacias distribuyan la píldora del día después. Si la venden la noche antes, se acaba el problema.

Así que, lolita, varón, cuando pasen por su promo de pisco con bebida, pasen también por la farmacia y pidan la píldora de la noche antes. El farmacéutico interrumpirá su rosario y se las venderá con una sonrisa.

Lo bueno de este nuevo debate sobre la píldora es que ahora salió al baile el Papa para defender el derecho de las farmacias a la objeción de conciencia. Esto es todo un precedente que ya ha estimulado a los bomberos de las gasolineras que tienen convicciones ecológicas a negarse a surtir combustibles contaminantes.

Los mormones que atienden las botillerías anunciaron que dejarán de vender copete y los judíos van a dejar de vender cecinas en las fiambrerías.

Y desde aquí lanzamos el llamado a fundar una religión que tenga al menos seis días sagrados a la semana.