Olores
Como diría Hugo Chávez, el olor a azufre llegó a Sudamérica. Aunque fue más bien el olor a alcohol el que trajo a George Bush en una gira a nuestra tan peculiar región. No el alcohol con el que tuvo problemas años atrás, sino el etanol, alcohol combustible que los brasileños usan para hacer andar sus escarabajos y otros vehículos motorizados.
Bush quiere hacerle ver a Chávez que puede enchufarse su negro petróleo en alguna parte de su anatomía que tenga el mismo color. Parece que el hombre está preocupado, porque con el medio pastel que tiene en Irak y Afganistán, con lo urgido que ha andado con Corea del Norte e Irán, estaba descuidando y menospreciando este patio trasero.
Así que por eso anda de visita por acá, por combustible y para marcar presencia, como esas minas que no pescan hasta que uno anda con otra.
Chávez, por su parte, quiere poner en Argentina algo de olor a pueblo, que no es lo mismo que olor a conjunto, aunque si hace calor puede ser parecido. Justo cuando Bush se encuentre en Uruguay, otro punto de su periplo sudamericano, el bolivariano se encontrará en Buenos Aires. Dicen que Kirchner le dijo a Chávez que no se preocupara si Bush aparecía por ahí, por que él lo echaba sólo con mirarlo feo.
Y donde sí debe haber olor a conjunto es en el metro santiaguino, donde se canta ese viejo hit de José Luis Rodríguez llamado “agárrense de las manos”. Entre el perfume de corrupción, las encuestas y las calamidades del transporte público, el gobierno no tenía tiempo para recibir a Bush. Estaba muy ocupando tratando de cachar dónde va la micro.
Bush quiere hacerle ver a Chávez que puede enchufarse su negro petróleo en alguna parte de su anatomía que tenga el mismo color. Parece que el hombre está preocupado, porque con el medio pastel que tiene en Irak y Afganistán, con lo urgido que ha andado con Corea del Norte e Irán, estaba descuidando y menospreciando este patio trasero.
Así que por eso anda de visita por acá, por combustible y para marcar presencia, como esas minas que no pescan hasta que uno anda con otra.
Chávez, por su parte, quiere poner en Argentina algo de olor a pueblo, que no es lo mismo que olor a conjunto, aunque si hace calor puede ser parecido. Justo cuando Bush se encuentre en Uruguay, otro punto de su periplo sudamericano, el bolivariano se encontrará en Buenos Aires. Dicen que Kirchner le dijo a Chávez que no se preocupara si Bush aparecía por ahí, por que él lo echaba sólo con mirarlo feo.
Y donde sí debe haber olor a conjunto es en el metro santiaguino, donde se canta ese viejo hit de José Luis Rodríguez llamado “agárrense de las manos”. Entre el perfume de corrupción, las encuestas y las calamidades del transporte público, el gobierno no tenía tiempo para recibir a Bush. Estaba muy ocupando tratando de cachar dónde va la micro.
1 Comments:
Aparte de la estela coloreada de verde podrido que deja la visita gringa, hay un tema que no me gustaria dejar pasar;
¿hablaremos de las becas "resentidas" de la republica?
O nos seguimos haciendo los lesos mientras el pobre espacio de empoderamiento de la población se ve nublado por estas performances caóticas de la "institucionalidad"??
Dato: Luego de terminar pregrado y postgrado en una universidad tradicional, y leyendo un comentario en un semanario, puede ser que esto relamente se arregle, cuando las voluntades se pongan al servicio de quien lo necesita con urgencia.
Ejemplo más-que-didáctico:
(ojo, la idea no es mia, pero la comparto totalmente)
Sean un conjunto de personas calificadas, luego becar con preponderancia en las temáticas de educación.
Ergo, posicióneles en puestos de liceos municipales y organismos afines.
Sacad vuestras conclusiones.
Saludos.
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