No más transparencia, por favor

Luego de ser descuartizada y vendida en La Vega, como dijo ella, Cecilia Bolocco, junta sus pedacitos y baraja nuevos planes para su futuro.

Ahora tendría en la mira a Hugo Chávez. Desde que era Miss Universo, con su visita a La Moneda en 1987, se sabía que le gustaban los uniformes. Debe ser por su vocación de diseñadora de vestuario. Porque de Chávez se puede pensar lo que uno quiera, pero no se puede desconocer que su boina color berry es completamente vanguardista. Acuérdense cuando las copie Louis Vuitton y cobre trescientas lucas por cada una.

Se supone que Bolocco había recibido desde Venezuela ofertas de un canal de televisión de oposición, pero como ya no quedan, se pasaría de una al bando gobiernista. El único problema es que Chávez no le parece suficientemente mayor.

Si acá critican a la presidenta por confiar en los argentinos, qué se puede esperar de un país gobernado durante una década por un señor que tanto confió en cierta chilena. Ahora, a la misma mujer, nuestros senadores la consideran una víctima. Puede que sea cierto. Ahora los famosos no pueden estrellar su auto contra el muro de una casa sin que se sepa y los jugadores de fútbol no pueden agarrarse a cornetes en una disco sin que los echen del equipo.

Qué añoranza aquellos años turbios donde todo se mantenía oculto, cuando Italo Passalaqua tenía de pareja a un seleccionado de fútbol y nadie se enteraba. Además, como nadie se enteraba, a nadie le importaba.

Son mucho más entretenidos los mitos urbanos como el del rostro televisivo al que le encontraron un preservativo en el estómago que las historias reales que se ventilan hoy durante todo el día. Tanta ventolera no deja nada al final.

Hoy sabemos más de lo que queremos de la vida de mucha gente, no necesitamos tanta sordidez privada, ni asomarnos tanto a las terrazas de la gente ni tanta desnudez, incluya o no rollos y sobrepeso. Sabemos bien poco de la vida de otros que tienen más poder y toman decisiones que nos afectan a todos. El modisto se equivocó. La transparencia está mal puesta.

Antes y después

Para el que no crea que las cosas han estado revueltas últimamente en el país, sometemos a su consideración lo siguiente:

Antes, lo importante en política era ser ministro del interior. Ahora es mucho más relevante para la población el ministro de transportes o el ministro de energía. Nuestro capitán planeta fue visionario al quedarse con la cartera de obras públicas durante los locos años del gobierno de Frei Ruiz_Tagle. Belisario debe lamentarlo y envidiar secretamente la calma de Cortázar para lidiar con tremenda crisis.

Antes, todos los candidatos presidenciales de la derecha habían votado Sí a Pinochet cada vez que el general se los pidió. Hoy, la principal carta de la oposición puso la raya en la opción del No en 1988.

Antes, a los estudiantes secundarios que protestaban, los apaleaban sin más. Ahora, si los policías se sobrepasan, la máxima autoridad del país los reta en cadena nacional.

Antes, la gente pedía que la llevaran por menos plata en la micro, ahora, simplemente, no pagan. Antes, se respetaba la restricción vehicular. Ahora, la gente prefiere que la multen antes que usar el transporte público.

Antes, los desnudos que impactaban eran los colectivos como el convocado por Tunick. Hoy, el alboroto mediático lo generan las glándulas mamarias y los vellos púbicos de ex misses y opinólogas de farándula.

Antes se cortaba la luz. Ahora se corta el gas.

Ahorro de energía

Finalmente, nuestros hermanos trasandinos nos cortaron el gas. En vez de ponernos a rasgar vestiduras y cruzar la cordillera para arrasar sus ciudades y violar a sus mujeres, aunque esto último a alguno le parezca buena idea, lo que tenemos que hacer es ponernos a bucar con urgencia fuentes alternativas de energía.

Una de ellas es calentar agua en el auto como en el aviso de Nescafé. También podemos hacernos new age y convencernos de que somos pura energía. Así, nos turnamos en las casa para que a cada uno le toque un día distinto alimentar de energía al calefón y a otro la cocina.

Si todos soplamos media hora diaria, generaremos suficiente energía eólica para abastecernos e incluso vender a otros países. Esto tiene que ir acompañado por una campaña masiva de higiene dental.

Hay quienes dicen que se puede obtener energía reciclando basura, pero eso lo han intentado durante años los canales de televisión y no ha dado resultado.

Otra forma de energía útil es lo que le falta a muchas parejas que llevan años juntas: mantener encendida la llama. Después de un asado, pequeñas dosis de carbón pueden mantener el fuego encendido para cuando sea necesario. La utopía chilena del “hagamos un asado” se vuelve así fácilmente alcanzable. Hay parejas que sí mantienen encendida la llama, pero para quemar al otro cuando menos lo espera. Eso no es una contribución energética.

Obviamente, también está el llamado a ahorrar energía. Hay varias formas de hacer esto.
Una es dejar la loza sucia fuera de la casa y esperar hasta que llueva para que se lave. Compartir la lavadora también sirve. La ropa sucia puede lavarse fuera de casa y se puede usar para un nuevo concepto de fiesta: La washing machine electronic party vip and lounge. Puede haber secciones swinger para los que intercambian ropa y lavado en vivo con dj’s que programan música desnudos hasta que su ropa está limpia y seca.

También está el método Bolocco para no ensuciar ropa, aunque lamentablemente sólo puede aplicarse en climas cálidos.

Pegarse el salto

En este lunes frío y laboral se echa de menos el feriado de la semana pasada. A todo esto, cientistas políticos creen haber desentrañado por qué el mensaje presidencial ante el Congreso es el 21 de mayo. Emulando a Arturo Prat, en esa fecha, los presidentes se pegan el salto para ver qué pasa después de caer.

Tal vez sea cierto. Tal vez no sea otra cosa que una maniobra promocional para la película de Prat que se viene. Dicen que va a mezclar elementos de Titanic, Una Tormenta Perfecta, Los Piratas del Caribe, Capitán de Mar y Guerra y la clásica comedia chilena Uno que Ha Sido Marino.

El senador Navarro se pegó también un salto con Wikipedia y sacó de ahí los argumentos para un proyecto de ley con restricciones a la nanotecnología. También habría visitado el rincón del vago e Icarito.cl. No se sabe aún en qué sitio encontró el senador los argumentos para defender el cierre de un canal de televisión opositor en Venezuela.

De todas formas, la suya es una forma más productiva de usar internet que la del senador que veía páginas con chicas piluchas, presumiblemente para un proyecto de ley sobre trata de blancas, nutrición femenina o cáncer de mamas.

La ministra de salud, por su parte, planea inaugurar un nuevo diccionario en el sitio de su cartera. En él, además de sacar la palabra camas de la definición de hospital, se incluirán términos como ambulancias estacionarias, termómetros para tomar el pulso y casillas, una nueva mezcla de camillas y sillas.

Así, va a estar todo listo para atender a los que sufren enfermedades respiratorias como falta de olfato, que preocupan mucho a La Moneda e inhalación de material particulado blanco, que preocupa mucho a los papurris en el barrio Suecia y despierta suspicacias y acusaciones chaqueteras entre la fauna farandulesca. Al menos ellos están viendo algo de nieve.

Guía del postulante

Ciudadanos, es nuestra tarea, es nuestro deber y salvación, rendir un homenaje a todos aquellos que este año postularon o postularán por primera vez a sus hijos al colegio.

Después de haber sobrevivido el trauma de dejar atrás su apacible y regalada vida de pareja con doble ingreso y sin niños, ahora les toca mucho más duro. El cabro chico o la cabra chica van a hacer su debut en el mundo de la competencia, de la cual sólo salimos cuando nos enfundan con el pijama de madera. Más encima, eso les va a costar plata. Y paradójicamente mucha, si la postulación anda bien.

Bueno, no es tan terrible. Después de todo, se podría pensar que no hay gran cosa en juego, que no es tan terrible para el futuro de los niños, que pueden ser felices igual, que mejor relajarse.

Pero nada de eso es cierto. Si alguien no está urgido con la elección de colegio para sus cabros chicos es monje budista o se hace el que no le importa. Hay que admitirlo y vivir la neurosis mientras se lidia con monjas, curas y civiles obsesionados con el rendimiento, el proyecto educativo, la prueba simce y que, más encima, tienen el poder de elegirlo a uno.

Porque al que eligen en los colegios es a uno. Se selecciona a los padres, no a los niños. Así que ellos pueden relajarse, pero uno no. No quiere decir que el futuro de estos adorables pequeñitos esté en juego, porque está claro que hay que echarlos de la casa a los 18 si no queremos que se queden hasta los 35. Cómo se las arreglan de adultos será problema de ellos.

Esto de los colegios es más que nada, una cosa de orgullo propio. Tonto, pero propio. Sería peor si fuera tonto y ajeno
Uno se achaca cuando se acaban las entradas para un concierto o no encuentra zapatos de su talla. Cómo no lo va a pasar mal si se acaban las vacantes para un colegio. Así que nada, a vivir y disfrutar esa bendición que son los niños.

Y si no quedan en el colegio ese que tanto les gusta, no hay drama. La culpa no es de ellos. Es de ustedes.

Deep Purple, Mary Poppins y el deshollinador

Quizás una de las razones que explican por qué a tanta gente en Chile le gusta Deep Purple o “Dip Péiper”, como se le ha bautiado cariñosamente a la banda, es que muchos se sienten identificados con su tema “Smoke on the water”, que en realidad se convierte en “smog on the water”.

Smog en el water, o sea, el aire está sucio y además está la cagá. Si Pedro de Valdivia hubiera militado en la Concertación, la oposición diría que el conquistador español hacía gala de su doctorado en improvisación al fundar Santiago en este valle encajonado que atrapa las emanaciones contaminantes del desarrollo.

Valdivia, por su parte, retrucaría que ha instruido a sus subordinados y alarifes a tomar medidas concretas para remediar la situación, que la gente no se merece esta calidad de vida. “Quiero ser franco con los chilenos y chilenas”, diría, “aquí las cosas no se han hecho bien. Mi instinto me decía que fundara Santiago por San Felipe, pero el alarife Gamboa me dijo que este valle tenía súper buena ventilación”.

Inés de Suárez diría que “esto no da para más” y Lautaro llevaría a toda la garra blanca a protestar al congreso.

El smog también prueba que no por nada hablamos de clases altas y bajas. La clase alta vive arriba, donde no se acumula tanta cochinada para respirar. La clase baja está con todo el smog aconchado, lista para bailar en las escenas del deshollinador que parece que se agarraba a Mary Poppins, conocida acá en una versión más coloquial y callejera como Mary Potins.

Algunos quisieran que la presidenta, como Mary Poppins, agarre su paraguas y se vaya volando. Otros, que la dejen cuidar al país como la nana inglesa cuidaba a los niños de la película. Lo que sí es que ya nadie quiere seguir respirando lo mismo que el deshollinador.

La expansión urbana como sistema de restricciones en el subtexto de la performance de una diva

Mucha razón tiene La Cuarta al titular en su edición de hoy “la Chechi es de verdad”. Mientras la gente que tanto encumbró a Bolocco ahora evita el bulto del tema real hablando sobre la privacidad y sus límites, el diario popular hizo gala de sabiduría.

Bolocco finalmente atina con algo y ha dado una gran pelea por la defensa del placer en los espacios abiertos. Porque de verdad se pasaría de tonta si creyera que su privacidad estaba a resguardo en una terraza que da al mar y enfrenta un parque o algo así. Una cosa es leer a Coelho, creerle y encontrarlo bueno. Otra, no cachar el riesgo de exposición al andarse frotando en una terraza.

Como no puede ser tan mermelada, Bolocco seguramente aprovechó la atención que generarían sus fotos para dar una pelea por la intimidad perdida del mundo moderno. Como John Lennon y Yoko Ono en la cama por la paz mundial, ella y el señor Marrasquino se la jugaron por el resto de nosotros.

Porque es un poco triste que cada vez sea menos la gente que puede hacer lo que quiera en su patio o su terraza. Hoy, en nuestras ciudades, la señora Paz Froimovich y el señor Almagro nos obligan a guardar la compostura. Ya no se puede poner uno cariñoso con la pareja en su propio pasto, las fiestas ya no pueden terminar con todos los invitados con las presas al aire en la piscina.

Aparte de asegurarse de que todo el mundo la encuentra regia a sus 42 años y de confirmar la persistencia de un Edipo que la lleva irremediablemente a retozar con hombres mayores, Bolocco ha llamado la atención sobre una de las paradojas del mundo moderno. Somos cada vez más libres, pero la cercanía del otro, la mirada de los vecinos, nos hace también más prisioneros.

Qué gran artista conceptual, toda una diva de la performance. No importa que la despidan de Canal 13, ella tiene pega asegurada en el MAC o la Perrera. Llamen a Vicente Ruiz. Tiembla Yoko Ono. Bolocco va por ti.

El masaje presidencial

Ayer, en el mensaje presidencial, sacaron a una señora que se iba a desnudar Esa es la influencia de Cecilia Bolocco o de la notera Luli. Tal vez,la señora quería simbolizar que la estaban dejando en pelotas. Es curioso que lo que ahora apoyan el “desalojo” inviten a los deudores habitacionales. Los parlamentarios que les dieron las entradas están como para invitarlos al cumpleaños y decirles trae amigos no más.

Igual es feo no aplaudir a la presidenta. Uno aplaude por buenos modales en el teatro o en un concierto aunque no le guste lo que vio. Es una forma de agradecer el trabajo de la gente, aunque haya perpetrado un bodrio.

La presidenta la ha embarrado, pero se ha esforzado también. No cuesta nada darle un aplauso sobrio. Si no hay que dejarse las palmas rojas, pero sí solidarizar un poco con lo complicada que debe tener la vida esa pobre mujer. O sea, si aplauden en cualquier tontera de la tele a la que los invitan...

Bueno, las cosas han estado algo despelotadas en el país últimamente y los mal pensados decían que en el congreso, en vez de alfombra roja, iba a haber alfombra coja. Pero no salió tan mal, después de todo. Marco Enríquez Ominami se lateó un poco, sí, o a lo mejor fue de puro díscolo. Girardi optó por llamar la atención con calcetines rojos, que así nadie investiga de donde salieron los fondos para la maniobra.

Justo ahora que íbamos a entender la regla del superávit estructural, la bajan. Por lo menos no la eliminaron, pero podríamos haberla comprendido con la mitad de esfuerzo ahora que cayó en un cincuenta por ciento.

Para cumplir la promesa de todos los hospitales anunciados, los van a adosar a las farmacias que hay en todas las esquinas. Así se aseguran la parte de los medicamentos.
Es tanta la plata que se va a destinar a la educación, que va alcanzar para faldas a cuadros de colegio cuica para todas las niñas. En las escuelas municipales ya están empezando a armar pelotas de rugby de trapo, para familiarizarse con el deporte.

Después de terminado el congreso pleno, pudimos ver el debut de las cadetes mujeres. Pobres marinos. Ahora van a saber disciplina de verdad. Van a tener que recoger la ropa sucia del piso, comer en la mesa, levantar la tapa del baño, ser rudos pero sensibles, contenedores y todo eso arriba de un barco, sin marearse.

Pero ya lo había dicho el prócer: La contienda es desigual.

En son de gas

El Ojos del Salado es el volcán más alto del mundo, pero no le ganó al Aconcagua. Así lo estableció el grupo de exploradores especialistas que compararon las dos cumbres para saber, entre otras cosas, cuál es la cima más alta de América.

Y resultó que es el Aconcagua, cuya cumbre está del lado Argentino, a la altura de Mendoza. Puede que con este triunfo geográfico los argentinos se relajen y nos manden algo de gas para las casas, que con este frío y la contaminación que hay no se pueden prender las chimeneas, las salamandras, ni los braseros.

Una pegunta que se echa de menos es qué pasa con las cañerías de los gasoductos cuando no pasa gas por ellas. ¿No se pueden ocupar en otra cosa? Podríamos invertir la dirección del envío y mandar por ellas algo que les interese a los argentinos de nosotros. Pero lo único de Chile que le importaba a un ex presidente del país vecino ya nos lo devolvieron. Si Fujimori cupiera por la cañería, sería una buena forma de deshacerse del cacho. Así quedarían juntos, en el mismo país, dos grandes pasteles latinoamericanos de los noventa.

Ahora, también está la posibilidad de que los argentinos nos manden otras cosas por los ductos. Chaquetas de cuero enrolladas al vacío desde Mendoza, por ejemplo, si es posible vencer la altitud de “su” Aconcagua. O alfajores como aporte calórico para combatir el frío. Más modelos, mejor que no nos manden, eso sí.

Es triste que nos corten el gas, como cuando a un marido le cortan el agua. A veces los maridos se lo han ganado, pero para que nos corten el gas no hemos hecho nada. No es culpa nuestra que el cambio nos siga favoreciendo. No es nuestra culpa si los empleados de una línea aérea de origen chileno se apestan y se van a huelga.

¿Estarán picados de verdad los argentinos con nosotros? Si son mejores para el fútbol, sus mujeres tienen tan buen trasero, sus hombres tienen ese gen italiano que nos causó tantas sequías goleadoras durante los veranos en el litoral central, si hacen mejores asados que nosotros, si ahora se confirmó que no hay en América algo más alto que “su” Aconcagua, no se explica que nos corten el gas de picados.

Era tan bueno esto del gas de cañería. Cuando se nos acabe el agua caliente en plena ducha no habrá otra que invadirlos.

Cuidado con el sector privado

Una gran lección en la vida es que hay cosas que mejor se mantienen en privado. Deberían haberlo recordado los pasteles que subieron las imágenes del velocímetro mientras picaban hasta 280 por hora en la autopista.

Uno de los grandes peligros de la tecnología actual es que uno puede poner en circulación información que después se vuelva en su contra. No todo el mundo es Paris Hilton, sólo a ella la favorece y ayuda a acrecentar su mito la propagación de esas tomas nocturnas con esta flaca dirigiéndose al país y en veinte uñas.

Para los demás terrestres, vaya el consejo de no grabar sus incursiones sexuales a menos que tengan total seguridad de que siempre van a controlar esos registros. Nada de andar compartiendo esos videos y fotos cochinones con la pareja para calentarse un poco más.

Todo eso puede hacerse público cuando uno menos lo espera. Y si la divulgación de imágenes de uno durante un combate amatorio no tienen en sí mismas un carácter condenable, e incluso puede ser al contrario, puede ser poco digno que la desnudez o las pequeñas perversioncillas que uno disfruta en la protección de la intimidad queden expuestas tan fácilmente.

Hay gente que manda sus grabaciones a programas y sitios de videos caseros porno. Probablemente, ellos piensan que van a estar siempre juntos y descartan de plano que lleguen a tener nuevas parejas. Pero mucha gente no está junta para siempre y si los actores porno amateur ignoran esto, van a tener que dar muchas explicaciones a su nueva pareja en caso de que la hayan cambiado, a menos que esa nueva pareja tenga el mismo gustillo por exhibirse dándole al asunto.

Entonces, es de esperar que le hablen bien de la sexualidad y sus variantes a sus cabros chicos, antes de que ellos se topen por casualidad o por obra de algún malicioso. En el pasado, una broma habitual entre hombres de un curso era escribir en la pizarra “se venden fotos de la mamá de Viera en pelotas. Hablar con Eyzaguirre”. Hoy, esa broma puede ser una pesadilla real.

Los que andaban a 280 estaban poniendo en peligro sus vidas y la de otros. Si su descuido en subir sus imágenes a YouTube ayuda a pillarlos va a estar bien. Pero si por exceso de entusiasmo y calentura se suben revolcones y otros ejercicios privados a la red, lo que empieza bien, y a veces muy bien, casi siempre termina muy mal.

Nobleza obliga

Como para revolver un poco más las cosas, ahora resulta que sí va la idea de tener un zar del transporte en Santiago.

La presidenta Bachelet anuncia que el poryecto que crea esta figura va mañana al parlamento. Lo curioso es que se supone que ella había desechado la idea cuando nombró a René Cortazar en reemplazo del guerrero Espejo en el ministerio de transportes.

Pero bueno, parece que cuando las cosas no funcionan civilizadamente, hay que recurrir a viejas figuras de la aristocracia, como los zares. Ojalá que este zar no corra la misma suerte que los Romanov, que tuvieron que abdicar ante la irrupción de los bolcheviques, palabra que en ruso quiere decir "turba descontenta por el mal funcionamiento de trenes subterráneos y otros medios de transporte colectivo".

Después de todas las cabezas que rodaron en la revolución francesa, la nobleza sigue haciéndose sentir. Mientras la presidenta trata de hacerse ver y escuchar, todos los ojos y oídos están puestos en las andanzas de Cecilia primera, la reina desnuda.

La aristocracia se impone en el comercio con el rey del mote con huesillos, el palacio de las gomas, el castillo del juguete y otros monarcas y residencias nobiliarias.

Nunca hemos tenido reyes, pero sí varia gente tentada de serlo, desde los padres de la independencia hasta, según dicen, el presidente famoso por su dedo y su afición a los jarrones, pasando por los Portales, los Alessandri y otros militares en retiro en el más allá cuya nombre mejor nos ahorramos mencionar.

Hubiese sido tal vez bueno tener una monarquía parlamentaria como la que hay en países tan cool como Suecia, Inglaterra y Noruega. Pero bueno, nos toca lo que nos toca. Y como decían en Rusia, Dios salve al zar. Porque puede necesitarlo.

Una pequeña ayuda, siempre

Me mandaron a decir que, por órdenes superiores, tenía que ocupar este espacio para hablar de liderago.

Como hoy día todo el mundo habla de la crisis de liderazgo y de la necesidad de líderes y todo eso, sería interesante saber primero de qué se habla cuando se menciona el liderazgo.

Porque el líder es alguien que ocupa una posición superior a otros, los manda y los otros lo siguen. O sea, un líder es como un jefe. Como jefes no nos faltan, no se puede decir que tengamos crisis de liderazgo.

Pero ahora mismo deben estar saltando la gente asidua a los MBA's y otros postgrados pensando y tal vez gritando que ser jefe no es lo mismo que ser líder. Bueno, eso nos explica más qué es un jefe, no qué es un líder.

Porque un jefe manda, pero un líder inspira, se impone solo. Antes que falta de líderes, lo que parece que tenemos es abundancia de jefes. Los mismos que claman por liderazgo son tal vez personas que no van a poder ser más que jefes toda su vida.

El problema grande, en todo caso, es que si para ser líder no basta con mandar o hacer bien las cosas, no está muy claro cómo se hace un líder. Parece que estamos ante una categoría mágica, un personaje carismático, que se impone por la actitud, por el tono de voz, por quizás que desconocida emanación de químicos en el aire, así como feromonas de liderazgo.

Si es así, para qué tenemos democracia. Volvamos entonces a lo tribal y sigamos a los hechiceros que se impongan por fuerza, por verso, por pinta, por lo que sea. Una democracia necesita lo contrario, gente que se haga cargo de sí misma y de los demás en la medida de lo justo. No necesita una población que dependa de los poderes mágicos de un gurú.

Andar pidiendo liderazgos y líderes es ser un poco flojo, también. Un poco.

No desconecten los troles

Ahora que las cosas están como están con la locomoción colectiva, la preemergencia del fin de semana, las medias caminatas por Providencia después del descarrilamiento del metro, surge el recuerdo de un experimento santiaguino que duró lo mismo que la propaganda electoral de Rosa de Aric… Los troles que hubo en la ciudad a principios de los noventa.

Sí, también hubo troles en Santiago. Andaban por el centro y algunas zonas al norte del Mapocho. Y desaparecieron como desaparece uno cuando quiere partir de una fiesta aburrida, rápidamente y sin explicación.

Eran piola los troles. Grandes, con cierta cara simpática gracias a sus pequeños focos delanteros redondos y sus parabrisas montados sobre una gran extensión de carrocería de color verde. En Pixar, los habrían agarrado para personajes en Cars. Por cierto, no contaminaban y pasaban más seguido que cualquier alimentador.

Pero abandonaron las calles de un día para otro. Y ahora parece que se van para la casa los troles de Valparaíso. El motivo es que nadie les da boleto. Debe ser porque son viejos, igual que todas las cosas que desaparecen o están a punto de desaparecer en Valparaíso, como el café Riquet.

Lo que no cachan las autoridades ni los privados con wasabi monetario es que esos vejestorios pueden ser demás el tremendo rostro para la ciudad, como los tranvías en San Francisco. Esa es una de las ciudades más ricas de Estados Unidos y podría tener una línea de naves flotantes en vez de los tranvías si quisiera, pero mantiene los tranvías porque son parte de la personalidad de la ciudad. San Francisco no sería San Francisco sin ellos.

Valparaíso no sería Valparaíso sin los troles. Hay que ingeniárselas para mantenerlos en buen estado, que presten un buen servicio y que más gente los tome. El peor negocio es deshacerse de ellos.

Mientras, la contaminación y el desánimo, dos rasgos centrales de la identidad de Santiago están ahí, igual que siempre. Y es como si nadie quisiera deshacerse de ellos.

A continuación, el informe del tiempo

La corriente de la niña ha llegado una vez más para hacer de las suyas. ¿Por qué el gobierno no ha hecho nada para impedirlo? Seguramente hay algún desvío de fondos que lo explique. Debe haber alguna triangulación entre algún ministerio, la niña y esos sospechosos frentes de alta presión o anticiclones, como nos enseñó Luchito Weinstein que se llaman.

Los fenómenos climáticos son muy sospechosos. La vaguada costera, por ejemplo, debe ser el invento de un oscuro asesor concertacionista para tender un manto nebuloso y también de smog con los cuales cubrir pactos secretos y negociaciones turbias. Que el matinal del canal nacional sea el que más bombo le da a la vaguada sólo confirma la sospecha. A lo mejor Iván Torres es en realidad un engranaje en un complejo mecanismo de inteligencia y propaganda.

La verdad es que al gobierno le está faltando conducción y orden, porque si no, habría detenido a tiempo los temblores que se han sentido por estos días en Santiago. De eso hablaba la presidenta Bachelet cuando les pidió a los ministros que se anticiparan a los conflictos.

Falta voluntad política para hacer llover. El gobierno no cree en la libertad de emprendimiento de las nubes y las asfixia con regulaciones como las alertas ambientales y la subcontratación de humedad y nieblas matinales.

Ante tanta nube negra con deudas habitacionales que siguen a la presidenta, ahora también la acompañan nubes verdes camufladas para mantener el orden.

Si el nivel de los mares no sube como profetiza Al Gore, por lo menos acá va a haber muchos con el agua hasta el cuello si no se ponen de acuerdo para detener el huracán. Así, no es de extrañar que la oposición crea que tiene el camino a La Moneda parcial, variando a despejado.

La reina desnuda

Casos de corrupción emblemáticos están empezando a finalizar. Bien para unos y mal para otros. A Tombolini lo absolvieron por el caso Coima. Dos implicados en el enjambre de casos del MOP, uno de ellos pariente y ex jefe de gabinete de Ricardo Lagos, han recibido condenas, suaves, pero condenas después de todo, y la obligación de devolver unos buenos millones.

La justicia, finalmente, está haciendo lo suyo, aunque a algunos les guste y a otros no. De todas formas, lo que queda tras el cierre de estas causas y lo que quede cuando concluyan otras, seguirá siendo un gusto amargo, desencantado, como el que se siente al morder una manzana harinosa.

Es un poco deprimente que lo más transparente que tengamos, lo que menos oculta, lo más desnudo a la mirada de la opinión pública, sea Cecilia Bolocco. Nuestras instituciones podrían ser más como ella, sin dejar nada a la imaginación. Su transparencia del festival de Viña era todo un mensaje simbólico y como parece que no se ha entendido muy bien, ahora tenemos que verle lo que nos faltaba conocerle.

Pobre Cecilia, mártir de la lucha contra el secretismo y la corrupción. Ya es hora de que nuestras instituciones atinen, porque esta chica ya no tiene más cuerpo que mostrarnos, además que tampoco queremos enterarnos de cómo envejece.

Así que, por favor, gente que lleva las riendas de esta tierra, líbrennos de tal espectáculo y vamos declarando patrimonios, intereses, asesores, parientes que han recibido beneficios, platas estatales desviadas. Vamos contando quién se avispó con la plata de los trenes y de los programas de empleo. Hagamos una catarsis de limpieza y que empiece de nuevo toda esta cuestión.

Porque ahora la desnuda es Bolocco, pero después puede ser algo peor.

La pelea ausente en el medioambiente

Sigue la pelea entre ecologistas chilenos y Ricardo Lagos. Un grupo de ambientalistas siguió la llamada estrategia Popis, también conocida como “acúsalo con tu mamá, Quico”, y escribió una carta a las Naciones Unidas acusando al Capitán Planeta de cuidar tanto el medio ambiente como el señor Burns.

Lagos les respondió diciendo que esta gente lo atacaba personalmente y que no reparaban en que en su gobierno se establecieron Parques Nacionales como nunca en la historia del país. Se dice que Lagos incluso estuvo negociando con el oso Yogui y su amigo Bubu para que dejaran Yellowstone y se vinieran a un parque nacional chileno.

Tal vez lo que les pasa a los ecologistas es que están más que nada dolidos. Esperaban que Lagos les dijera “bueno, amigos del ambiente y los animalitos, sé que no me he portado tan bien como ustedes quisieran, pero por qué no arreglarlo conversando, qué les parece si los invito a pasar el fin de semana a Caleu para limar asperezas”.

Y claro, eso es algo que Lagos no iba a hacer. Además, este era un tema donde sí podía dar curso a cualquier rabia contenida por las críticas que le han caído por Transantiago y otros asuntos molestosos. Así que esta pelea, si sigue, va a ser así, acusación por acá, reacción molesta por allá, otra acusación por acá y otra reacción molesta por allá y así hasta que un temporal, un reality o una nueva pelea entre chicas de la opinología destierre al asunto de la agenda pública.

Es una lástima, porque la verdad es que es buena la pelea por el medio ambiente. Pero no como se pelea ahora, porque los dos bandos ocultan datos que los perjudican. Los que creen que hay que privilegiar el desarrollo económico se empelotan cuando les hablan de cisnes y glaciares. Eso está más o menos claro. A todo esto, dicen que hay ecologistas que le dicen “El Lagos de los cisnes”, al ex presidente.

Pero también los defensores a ultranza de la naturaleza tienen que asumir que dejar a la Tierra intacta significa dejarla también con la misma pobreza y las mismas injusticias. Más progreso es menos naturaleza. Más naturaleza es más injusticia. Esas son las opciones extremas. Si fuéramos realmente inteligentes, podríamos acordar un punto medio, porque queremos vivir bien, pero también necesitamos un planeta para vivir.

Un metro de encaje negro

El metro se está quedando corto. Corto de trenes, corto de espacio y ahora corto de plata, con la tajada que le están sacando para ir en socorro de los buses, que por muy articulados que sean algunos, igual se están desarticulando con tanta gente que no paga el pasaje.

En otras condiciones, sería ultra condenable no pagar el viaje en bus, pero así como está la cosa, nade puede culpar a la gente por querer subirse rápido a lo primero que pase. Además que cobrar por el servicio que se está prestando ya es un poco cara de nalga. Y de última, a nadie se le alumbró para poner torniquetes que aseguraran el pago de cada pasajero.

Y ahí sigue atestado el metro. Nadie pesca los televisores ni lee los anuncios de las actividades culturales. Los monos de Benmayor en Baquedano, las impresiones de la ciudad de Enrique Zamudio en Pedro de Valdivia, los cuadros hiperrealistas de Guillermo Muñoz en República, los azulejos del portugués Riveiro en Santa Lucía.

Ahora, el tren subterráneo es sólo un mar de hombros y cabezas, es difícil ver incluso los propios trenes entre la multitud. Antes, viajar en metro era como una suspensión del tiempo. Uno podía deambular un poco por la estación y pasar un instante en otra parte. Era un desvío antes de que el viaje empezara. Una cosa medio metafísica difícil de explicar, pero que cualquiera podía experimentar.

Como que pasa lo típico, valorar algo sólo cuando se ha perdido. De verdad que el metro era muy pro. Lo bueno es que hay gente trabajando para que vuelva a serlo. Ojalá les vaya bien y no nos quedemos sólo con un metro de encaje negro.

Tráiganme el guatero

Por muy despejados que sigan estando los días, el frío ya está aquí. Para los que creen que el calentamiento global los salva por las noches, no viene mal recordarles que se aseguren de que el pijama no les deje al descubierto partes de la cintura por donde se cuele la helada nocturna.

Hay que ir desempolvando las frazadas eléctricas, las patatillas y los guateros. Podrán ser feos los guateros, pero se siguen usando. Puede ser porque se mantiene calientes un buen rato y no roncan, porque no tienen mañas para dormir ni piden el control remoto o cualquier otra razón, el caso es que siguen siendo la pareja ideal de muchos para irse a dormir.

En el guatero, lo mejor es el clasicismo. Hay que elegir siempre el de goma, no arriesgarse con los de plásticos, que corren el riesgo de quemarse ni andar innovando con diseños caprichosos, que el guatero no está para ser expuesto ni para andar seduciendo.

Los guateros son parte de la intimidad, el consuelo caluroso de una noche donde la temperatura no puede subir sola, la resignación de los solteros friolentos y la aceptación de que no todos los días son e revolcón en los matrimonios.

La estética del frío está un poco reñida con la vida sexual. Entre los guateros, la parte de arriba de los pijamas metidas en los pantalones, patatillas y pantuflas poco sentadoras, calcetines e incluso buzos con patitas, como que uno pierde libido para ganar algo de temperatura.

Pero está bueno también darnos una tregua en el mundo sobreestetizado en que estamos viviendo. Vernos feos pero calentitos tampoco es tan terrible. Además, no viviremos en el engaño de seguir siendo feos pero creer que matamos porque nos vestimos como los que son guapos de verdad. Será una breve hibernación. La vanidad estará de vacaciones hasta la primavera. O hasta que todos tengamos calefacción central.

All ways surprising

Afírmense, que Kylie Minogue está en Chile. Como siempre pasa en estos casos, hay revuelo y todo el mundo como que se siente un poco orgulloso de que la gente famosa internacional, o sea, la famosa de verdad, tenga como destino no obligado este rincón asomado al mar y encajonado por las montañas.

Kylie parece que anda en el valle central viendo locaciones o algo así. No ha hecho la ruta del vino, al parecer. Tampoco se le ha visto por Chimbarongo cotizando sillas de mimbre estilo Julio Iglesias ni grifos de greda o empanadas con la presa de pollo entera en Pomaire.

Una lástima, porque vaya que nos gusta la estrella internacional haciendo algún guiño a lo tipycally chilean. Como el ex vicepresidente gringo Dan Quayle con el indio pícaro u Omar Sharif montado en un burro en Marbella. Seal también anduvo por estos lados, paseando los injertos pétreos de su cara en las pistas de Valle Nevado, donde la brasileña Marisa Monte llega cada invierno.

La lista de famosos que han pasado por acá en viaje de placer sigue con Robert Redford y Clint Eastwood pescando con mosca en el sur, Wynona Rider en el Café El Patio, Audrey Tatou hace poco, viendo a su novio con la banda de Adanowsky en Matucana 100. Hay informes fidedignos de gente que vio a Chris De Burgh, el que cantaba “Lady in red”, comiendo empanadas de marisco en Papudo. Y la vocalista de Yeah Yeah Yeahs, Karen O, habló en una entrevista sobre sus vacaciones en San Pedro de Atacama, de las que volvió a su casa con un gato adoptado.

Es extraño eso del famoso en una visita no oficial. Si alguien llega sin aviso ni alertas mediáticas previas, como que puede pasar bastante piola. ¿Habrá estado alguna vez Madonna entre nosotros, tal vez vitrineando en el Drugstore con Lourdes? No habría cómo saberlo. ¿Podrá Mick Jagger haber pisado La Batuta de incógnito? ¿Michael Stipe habrá alojado alguna vez donde Douglas Tompkins?

Si en policía internacional se les pasa colado Fujimori, de más que una buena lista de astros ha ingresado al país más piola que entrada al motel. Ojalá que vean cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero y famoso, aunque no se sepa.

Comunidad Concierto Enfoque

Estimados auditores, nos dirigimos a ustedes para invitarlos a dejarlo todo atrás y unirse a la comunidad Concierto Enfoque.

No es una secta ni una séctima. Nuestra comunidad es como Imagine, de John Lennon, no tiene religión. Tampoco hacemos rituales raros ni adoramos a un líder. Nadie bebe sangre de gato ni anda sacrificando vírgenes. Además, con lo que cuesta encontrarlas, cómo va a andar uno desechándolas.

En la comunidad respetamos las leyes sensatas y no hacemos que las mujeres tengan guaguas sin asistencia médica si eso pone en riesgo sus vidas. También sabemos que para enterrar a alguien que se ha muerto se necesita un certificado de defunción.

En la comunidad no vendemos nada, aunque sabemos cocinar una que otra tonterilla: cebiches varios, ricas pastas, buenas pizzas caseras. El pisco sour nos queda rico y nos gusta escuchar música en desorden, echar la talla, bailar y arreglar el mundo a pura conversación.

La comunidad Concierto Enfoque es ecológica, pero no se engrupe con los hornos de barro, sus miembros se duchan a menudo y no se visten como si estuvieran partiendo a Woodstock. Los miembros de la comunidad circulan libremente y duermen en sus casas la mayor parte de las noches, a menos que sean solteros y anden de suerte, lo que siempre se celebra.

En la comunidad, el mundo exterior no es una amenaza. Es el escenario que nos tocó y a veces tratamos de arreglar lo que no nos gusta. Y si no se puede, volvemos a lo que nos gusta, hasta que lo intentemos otra vez.

En la comunidad nos gustan los ochenta y los noventa, pero tampoco creemos que la historia s acabó ahí. Disfrutamos los recuerdos, pero no vivimos sólo de ellos, porque el presente está igual aquí, aunque uno no lo quiera.

En realidad, esto no parece una comunidad. Pero a veces que se arma como una onda y uno como que se siente en comunidad. La ventaja es que no hay ataduras. Porque para eso están la pega o el sadomasoquismo, si lo que se busca es amarrarse a algo. Acá no. Nadie está amarrado ni porque ande buscando respuestas que el dinero no puede comprar. Acá uno está por gusto. Y es gratis. Difícil encontrar ofertas así.

Lagos y el calentamiento

Pobre calentamiento global: ahora tiene que enfrentar el dedo acusador de Ricardo Lagos. “Este presidente”, le va a decir Lagos, sin reparar una vez más que ya no es presidente, “le agradece las preguntas y el interés, pero quiere decirle tajantemente que ya la corte con esto de la temperatura del planeta y el nivel de las aguas”.

La onda ecológica llegó al mundo de nuestro adusto ex mandatario. Todo su ex segundo piso está ahora repasando aquello del desarrollo sustentable y las energías limpias que alguna vez tuvieron que repasar para salir al paso de uno que otro ambientalista que, de todos modos, silenciaron un par de palabras golpeadas de don Ricardo.

El tema del calentamiento global le está sirviendo a Lagos de salvavidas. Es una salida de escape perfecta ahora que la oposición no le suelta la yugular por lo de la corrupción, Transantiago y el pastelazo de Ferrocarriles, que están completamente descarrilados. Aunque algo parece que ha mejorado y ahora está garantizado el servicio hasta Buin durante los fines de semana sin lluvia.

Si el calentamiento global le está dando una ayuda a Lagos, lo menos que hay que esperar es que él se ponga a la altura y sea una ayuda efectiva en este tema. Que haga callar a los líderes y hombres de negocios que no quieren dejar de quemar petróleo. Que sermonee a los científicos que todavía dudan sobre los efectos de la emisión de gases invernadero y su relación con el cambio climático. Que les diga “este presidente los quiere acatando lo que dice Naciones Unidas”. Que les adapte la teoría del jarrón, que les hable de las autopistas y que les lleve muchas cintas para que corten cada vez que anuncien una reducción de emisiones.

Y a propósito, no sería mala idea que Lagos se postule a secretario general de la ONU si las cosas no se le dan como para regresar a La Moneda por la puerta ancha. Ahora, Piñera le gana en las encuestas, pero en el olimpo internacional, Lagos le lleva cualquier cuerpo de ventaja. Ya tiene en el curriculum haberle hecho la tapa a Bush con la guerra en Irak. Ahora estará de paladín ecológico internacional.

O sea, mucha plata tendrá Sebastián, pero hay cosas que no se compran. En el escenario internacional, las actuaciones de Piñera se limitan a sus apariciones en eventos deportivos como los de Massú y Fernández o cualquier otro que sirva para asociarse al chauvinismo chilensis.

Señor Lagos: este país quisiera que este presidente salga a lucirse al mundo. Unos, porque lo admiran. Otros, porque lo quieren lejos.